Pinacoteca

martes, junio 14, 2011

Algunas aberraciones y un orgasmo


Hace poco más de dos años que no publico entrada alguna en este blog. Sirvió, en su momento, como un ejercicio de creación y gestación que me abrió muchas puertas y a través del cual conocí muchísima gente linda.

¿Qué me hace escribir aquí luego de dos años? La publicación de mi libro artesanal "Algunas aberraciones y un orgasmo". El mismo fue diseñado por Nicole Cecilia Delgado e ilustrado por Xavier Valcárcel y Rubén Rolando Solla. Para obtener una copia, pueden comunicarse conmigo escribiendo a ivathewriter@gmail.com.

No creo que regrese a escribir nuevamente en este espacio. Pero lo dejaré abierto para los que sí quieran participar de él.

Si interesan seguir leyéndome, llevo un blog en inglés titulado "Formaldehyde".

¡Abrazos a todos!
Iva



jueves, febrero 12, 2009

Tinta sin freno

viernes, diciembre 12, 2008

Premiación del PEN Club de Puerto Rico Viernes 19 de diciembre

El PEN Club de Puerto Rico y su nueva junta presidida por la poeta Mairym Cruz- Bernall tiene el honor de anunciar el fallo de su Certamen Literario Anual, en esta ocasión para las Mejores Publicaciones Puertorriqueñas del 2007. La junta del PEN Club, tanto como sus vocales, se abstuvo de enviar sus libros a este certamen, tampoco participaron como miembros del jurado, para conservar la imagen prestigiosa de la organización.

Se consideraron las categorías de Novela, Cuento, Ensayo, Poesía, Teatro y Literatura Infantil, entre más de sesenta libros recibidos. Unos veinte libros fueron premiados por su calidad literaria, creatividad, originalidad, todas ya marcan un lugar de excelencia en la historia de la literatura puertorriqueña-universal.

La actividad de premiación se celebrará el Viernes 19 de diciembre de 2008, a las 6:30 P.M. en la Sala de Facultad (edificio Baralt) de la Universidad del Sagrado Corazón en Santurce, Puerto Rico.

Algunos de los autores premiados en las diversas categorías son:

Juan Antonio Ramos
Maribel T. Suárez
Carmen Valle
Rey Andújar
Marta Aponte Alsina
Tina Casanova
Wanda Cosme
Norma Salazar
Mercédes López-Baralt
Zoe Jiménez Corretjer
Rafael Franco Steeves
Gary Montilla
Abdiel Echevarría
Iván Figueroa Luciano
Javier Ávila
Myrna Estrella Pérez
Julio García
Luis Daniel Estrada
Lowell Fiet
Daisy Sánchez

Durante la actividad de premiación se dará la lectura de los laudos, y estos autores conocerán los premios que les han sido otorgados, además se darán a conocer los títulos de sus libros. Los miembros de los diversos jurados, todos personas altamente capacitadas y de prestigio intelectual, se develarán en esta ceremonia. Instamos a toda la
comunidad a que asista y respalde este magno evento donde el PEN de Puerto Rico celebra y agasaja las letras puertorriqueñas.

Mairym Cruz-Bernall Emilio del Carril Elsa Tío Ana María Fuster
Presidente Vice-presidente Tesorera Secretaria

Info:
787.307.4066
787.645.9533

sábado, noviembre 29, 2008

De libros en serie, viejos y nuevos

Hace unos meses atrás, me di cuenta que mi colección de libros de Anne Rice estaba incompleta. Me faltaba el último de los libros de la trilogía de las brujas Mayfair, Taltos. ¿Qué pasó con este libro? Recuerdo tenerlo hace más de 10 años, recuerdo leerlo y releerlo, haberlo llevado conmigo cuando me mudé a Boston pero no recuerdo si lo traje de vuelta. ¿A quién le prestaría un libro tan valioso para mí? ¿Se lo comería la polilla?

Las colecciones incompletas me molestan. Así que hace unos días atrás, fui a la librería, recordé que no tenía Taltos y lo compré. Esta portada era distinta a la que yo tenía originalmente. Cuando puse el libro nuevo junto a los demás libros que tengo de Anne Rice, se veía fuera de lugar...Era tan...nuevo. Los demás están viejos, ajados, con olor a polvo, con las espinas marcadas de tanto que los he leído. Siento que debo aunque sea leerlo para que tenga algo de uso, para que se equipare con los demás. Pero para leerlo, me tendría que releer los demás. Eso o quizás debiera comprarlos todos nuevos para que la colección sea igual.

Quisiera ser como algunas personas que conozco pero se me hace difícil dejar ir mis libros. No todos los libros. Sólo los que se convierten parte de mí, de mi historia, de quien soy como persona. Los que no me interesa conservar los vendo, los regalo o los dono.

También me gusta marcar y escribirlos, para el horror de muchas amistades, incluso mi mamá. La única forma de relacionarme con una lectura que estoy analizando es interactuando con ella y la única forma en que sé hacerlo es marcando y escribiendo los libros. Todavía conservo mi copia de Don Quijote de la Mancha que leí en 10mo grado, con todos los post its y anotaciones que le hice vislumbrando el exámen de analisis de una sola pregunta de discusión que me esperaba.

Mientras más notas tiene un libro, más lo disfruté. Me di cuenta de esto cuando busqué mi copia de Wuthering Heights (Cumbres borrascosas) porque voy a releerlo. Durante esa primera lectura, recuerdo haber estado sorprendida de lo mucho que me gustó el libro. Honestamente, pensé que lo detestaría pero he encontrado que tengo cierta afinidad con la literatura Británica del siglo 19. Y ahora, gracias a mis notas, tengo un recuerdo de lo que pensé originalmente y podré añadir nuevos pensamientos en un bolígrafo de otro color - posiblemente rosita ya que usé el violeta la primera vez.

domingo, noviembre 16, 2008

De vampiros e inmortales

Ayer pedí que llegara mi vampiro. Y este respondió...extinguiéndonos ambos en la noche que nos arropaba. Sin embargo, este no es el vampiro perfecto que imaginé. No es como Edward. O Lestat. No. Tiene...imperfecciones. Su piel es maleable. Su temperamento cambiante. Sus movimientos más lentos que los míos. Puede salir durante el día; tomar el sol si así lo desea. Su tez es tan normal...No. Él no tiene nada que ver con las leyendas, excepto por la marca que me dejó en el cuello. La misma que arde y late bajo mi piel.

miércoles, noviembre 12, 2008

La batalla por la escarcha




Supersticiones

Ayer caminaba por la escuela en donde tengo un part time. Pasé por debajo de un árbol y sentí algo mojado caerme encima. Como había estado lloviendo, pensé que me cayeron muchas gotas de agua a la vez. Llegué a mi escritorio y al hacerlo, vi algo marrón en mi brazo. Entonces comprendí lo que había sucedido. No me habían caído gotas de agua en la cabeza.

¡Me cagó un pájaro encima!

Luego de limpiarme el brazo, la camisa y el pelo lo mejor que pude, decidí creer lo que dicen de esto. Así que heché a un lado lo mortificada que estaba y esperé a ver que me sucedería.

En la mañana, estuve creando el mundo de una novela. La idea llevaba meses dándome vueltas en la cabeza pero no estaba definida y, por lo tanto, no había escrito nada. Temprano en la tarde, me aprobaron un proyecto de edición y traducción. Luego, estuve a punto de chocar y no lo hice. A la noche, llegué a casa y comencé a escribir el borrador de la novela. Hasta le hice una portada.

¿Moraleja?

De vez en cuando, las supersticiones tienen alguna base en la realidad.

miércoles, octubre 29, 2008

Epifonema


Conocí a Aixa este pasado septiembre. Ambas trabajabamos las ediciones de lo que serían nuestros libros artesanales en un taller con Nicole Cecilia. El mío, Algunas aberraciones y un orgasmo, está en pausa aunque espero poder lanzarlo a principios del 2009. Mientras, pueden deleitarse con el poemario de Aixa este próximo sábado a las 4:00 p.m. en la Librería Mágica. El mismo será presentado por la gran amiga Ana María Fuster.


¡GRACIAS!

¡20,000 visitas!


jueves, octubre 23, 2008

Tarta de nueces

Hace unos días fui a Oktoberfest en Casa Bavaria con algunas amigas de la blogosfera. Como Jo, La Madam, No Apta y yo somos fanáticas de todas las artes culinarias, decidimos probar varios platos del cocina alemana. Nos llenamos los ojos y la boca de bratwurst, sauerkraut, ensalada de papas, papa majada y spaetzle. Para tener la experiencia completa, pedimos dos postres: black forest y una tarta de nueces.

El pedazo no hizo mas que caer en mi boca y me remonté a la cocina de mi casa, hace más de una década atrás. Mi abuela batiendo, yo sentada en la mesa que estuvo allí hasta hace unos meses. La receta la obtuvo de su hermana. Todas tenían don en la repostería: el de Marcella era los bizcochos, el de Gloria las tartas de banana, el de Bernice nunca me lo revelaron pero el de mi abuela era la tarta de manzana.

Esa noche, mi abuela se antojó de hacer un bizcocho de nueces. Yo, como siempre, le serví de asistente. Diligentemente, batí los huevos, mezclé los ingredientes líquidos y poco a poco añadía a los secos mientras mi abuela hacía su magia. Mientras esperabamos que se cocinara, picamos unas nueces para ponerlas sobre el frosting. Hablábamos de todo y de nada. Hablábamos hasta que llegara la madrugada. Ese día no fue así. El postre no estaba bien cuando lo sacamos del horno.

No sé qué sucedió en el proceso, que el famoso bizcocho de nueces quedó maltrecho, de lado, con el relleno saliéndose. Mi abuela, terca al fin, decidió ponerle el frosting y las nueces decorativas de todos modos. "No voy a desperdiciar los ingredientes," fue lo que me dijo. Aquel bizcocho se veía realmente triste. Tenía miedo probarlo. La reputación de mi abuela en la cocina no era muy buena. Sólo sus postres y la cena de Acción de Gracias le quedaban bien.

Fui atrevida. Corté un pedazo del bizcocho. Me lo tragué en dos minutos. Sabía a gloria. Lo feo no tenía nada que ver. La mezcla de la nuez moscada, la canela y los demás ingredientes era adictiva. Tanto así como la tarta de nueces en Casa Bavaria.

En honor al tercer aniversario de la muerte de mi abuela, Eileen Figueroa Bertrand